D

FANTASÍAS INSPIRADAS
EN EL BDSM

Los juegos sadomasoquistas, o la llamada «sexualidad extrema no convencional», se ha puesto de moda gracias a personajes como el famoso Grey. Ahora, muchas mujeres creen que conseguirán encontrar el punto emulando prácticas de cierta dureza. Por supuesto, sobra puntualizar que nada tiene que ver un sensual mordisquito en la oreja con que un señor te azote hasta perder el conocimiento. En cuanto a llevar a la práctica estas fantasías, tenemos que saber muy bien lo que deseamos, y por supuesto seguir unas pautas, unas normas de conducta que hagan de nuestros juegos algo seguro y no peligroso. En primer lugar se recomienda plena confianza en el otro, algo que resulta difícil si se juega con un desconocido. La complicidad ha de ser total y la pareja ha de saber de nuestros deseos, entender con un gesto, una mirada, una palabra pactada, lo que queremos y, sobre todo, lo que NO deseamos, cuándo hay que parar. Sobra decir que el consumo de drogas y alcohol están de más a la hora de sumergirse en esta modalidad sexual. El BDSM abarca muchos juegos de diferentes intensidades, algo que ha de estar consensuado por las partes participantes y que en ocasiones puede ser más «extremo» de lo que creíamos.

Para centrar el concepto, y dadas sus diferentes modalidades, a partir de este instante pasaremos a denominar estas prácticas como BDSM, acrónimo de las iniciales de los siguientes términos: bondage, disciplina y dominación, sumisión y sadismo, y masoquismo. Este término engloba, además del sadomasoquismo, gran diversidad de praxis, incluidos los juegos de rol y el fetichismo, del que ya hemos hablado con anterioridad.

¿Por qué ahora hay mujeres que se han entregado a este tipo de fantasías? ¿Están buscando una sexualidad perdida o quizá la acaban de encontrar? Para algunas, estos placeres no son algo que acaba de aparecer en sus vidas, muchas guardan fantasías ocultas que sonrojarían al mismísimo marqués de Sade…