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FANTASÍAS INTIMISTAS

El objeto del deseo. Ese hombre poderoso que te lleva en su globo aerostático a comprar toallas a Portugal, el actor con el que te escaparías en patera, o ese al que solo tú ves atractivo pero que cuando te mira te obliga a salir corriendo en busca de una farmacia para tomarte la tensión. En este tipo de fantasías, el inductor de nuestro deseo es el hombre en sí. Pero hay muchos detonantes diferentes. Conozcamos algunos de los más comunes.