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UNIFORMES, ¡AR!

Bomberos, policías, ese mecánico embadurnado de grasa, el obrero de camiseta de tirantes, e incluso, para las más arriesgadas, el joven sacerdote: las mujeres estamos rodeadas de excitantes hombres que pasean su uniforme ajenos a la provocación que suponen. Pero no se trata del uniforme en sí, posiblemente la profesión que desarrollan tiene más connotaciones que desatan el deseo: no es comparable un funcionario de correos con un bombero. Aunque, siendo justas, hay que reconocer que los funcionarios de correos aún no han publicado su calendario navideño; quizá nos dieran una sorpresa posando con cuerpos esculturales.

Lo cierto es que el uniforme es un diferencial del resto y, en el caso de los cuerpos de seguridad, no solo es un bonito traje, es la representación de la autoridad, del riesgo… Un signo de jerarquía. En el caso de profesiones como la de mecánico o peón, depende bastante del físico, pero su perfil rudo y varonil suele ser motivo de atracción. ¿Quién no recuerda al obrero de la Coca-Cola? En ese caso, lo de menos era el uniforme.

Dulce. Veintisiete años. Diseñadora

Tengo veintisiete años y una pareja estable desde hace bastante. Mi chico trabaja como técnico en una empresa de aire acondicionado, es lo que se dice un hombre normal con una profesión de lo más corriente… Yo siempre había salido con chicos bastante diferentes a él: militares, bomberos, polis… Ese es el perfil que me gusta. Siempre me ha vuelto loca, no solo su físico bien trabajado, también ese aspecto tan excitante que les da el uniforme. Flipaba cuando me venían a buscar con él puesto, eso me excitaba muchísimo… Sí, siempre me ha sucedido: me tiran mucho los uniformes, y sobre todo los militares. Cuando coincido por la autopista con un camión repleto, me quedo idiotizada mirándolos. Mi afición por este tipo de tíos es tan fuerte que he llegado a quedar con un poli al que he conocido de servicio y al verlo después con el jerseicito de pico se me han quitado todas las ganas.

Está claro que mi actual pareja no tiene nada que ver con el riesgo y los cuerpos de gimnasio. Por supuesto que le quiero mucho y tenemos sexo, pero no es lo mismo… Me lie con él porque me pareció el más serio de todos los hombres con los que había salido; pronto habló de compromiso y era una buena persona, algo que yo siempre he considerado superimportante, pero realmente… no me pone. O no me pone tanto como creo que debería… En mis fantasías pienso en hombres con uniforme y brazos de acero con los que tengo relaciones bestiales. Llegan a mi casa por sorpresa y utilizan su autoridad para someterme a su antojo. A veces pienso en ellos cuando estoy con mi novio, para poder excitarme lo suficiente.

Muy al principio, como si fuera un juego, le propuse que se vistiera con un uniforme, el que quisiera… Madre mía, no he sentido tanta vergüenza ajena en mi vida… Apareció con un traje de marino de su cuñado que le quedaba tres tallas grandes, pero, aunque se lo hubiera hecho a medida el mismísimo Pertegaz, aquella imagen era absolutamente infame, pobrecito mío… Por supuesto, no se lo volví a pedir. Y le quiero, por eso me siento confusa… No deseo dejarle, romper a causa de mis fantasías infantiles con alguien serio como él sería un grandísimo error. Pero he de reconocer que solo con esas fantasías soy capaz de mantener relaciones, o al menos llegar a excitarme lo suficiente, algo que no sé si debería preocuparme…

Respecto a la historia de Dulce, podríamos decir que posiblemente el deseo hacia su pareja haya perdido intensidad y por eso no le excita lo suficiente, pero lo más probable es que jamás sintiera ningún deseo por él. Teniendo en cuenta los antecedentes de sus gustos, lo previsible es que este novio cumpla todos los requisitos que ella busca en un hombre: seriedad, compromiso, bondad…, pero carezca de uno muy importante: el atractivo sexual. Sobra decir que para muchas personas el sexo es algo secundario y se apoyan en otras cualidades de la pareja, pero en el caso de esta joven es evidente que no es así, y la sexualidad forma una parte importante de su personalidad.

Muchas mujeres deciden establecer compromiso con hombres que no despiertan su deseo de forma ferviente, pero esas no suelen pedir a su pareja que se vista de la tortuga Ninja para ponerse a tono. Ahora se trata de valorar todos los aspectos del compañero: si para Dulce el sexo es más importante que el resto de aptitudes, deberá tomar decisiones y asumir que ese no es el punto que busca. Posiblemente no busque solo un señor con traje de bombero, sino lo que esas figuras uniformadas representan para ella. El poder, del que ya hablamos y que tiene formas inagotables.