17. Conectando

Cualquier miembro de una minoría sexual se enfrenta a retos particulares para encontrar pareja y amistades. Y como putón o alguien que quiere serlo, tú eres con seguridad miembro de una minoría sexual. El poliamor no se comprende ni es aceptado en muchos ambientes sociales. Si además eres gay, lesbiana, transgénero o tienes interés en un área especializada de la sexualidad, como el crossdressing o el SM, resulta un doble o triple reto. Y aun así, hacer las conexiones con las que sueñas no sólo es posible, sino eminentemente alcanzable, como lo pueden confirmar miles de felices putones muy conectados.

De todos modos, nosotras seríamos las últimas personas en decirte que siempre va a ser fácil. Hemos oído, y vivido, demasiadas historias tristes, frustrantes sobre gente que se salvó por poco: parejas que están bien en una relación abierta hasta que uno de los miembros se enamora, momento en el que les da el ataque y exigen monogamia; o parejas que idealizan la liberación sexual y el amor libre pero que se derrumban al enfrentarse a la realidad (Janet dice que estas personas le recuerdan a su perro que siempre persigue a los coches, pero que no sabe qué hacer con uno cuando lo alcanza). Algunas parejas pueden volverse poliamorosas con éxito, pero llega un momento en el que sus necesidades, deseos y límites simplemente no coinciden suficientemente bien. Después de todo, el sexo no es el único aspecto o el más importante para determinar la manera en que nos relacionamos.

De todos modos, muchas personas sí tienen éxito para encontrarse, para relaciones que van desde las esporádicas a las que duran toda la vida. Así que, ¿cómo encuentras amistades, amantes y potenciales parejas que no sólo compartan tus valores e ideas, sino que también sean compatibles contigo emocional, intelectual y sexualmente?

¿Quién?

Un buen punto para empezar es pensar en a quién estás buscando. El truco para tomar esta decisión es que no sea algo demasiado específico ni demasiado vago. Si tu lista de «Quién» básicamente incluye cualquier persona que respira y que esté dispuesta a tener sexo contigo, te diríamos que quizás estás ampliando tu terreno un poco en exceso. Incluso si no tienes unas preferencias muy marcadas respecto a género, edad, apariencia, formación o inteligencia, probablemente quieres alguien que no te mienta, que no te robe, te hiera o explote: una sensatez básica, honestidad y respeto están en la mayoría de nuestras listas. Está perfectamente bien el que se reconozcan esas preferencias que son genuinamente importantes para ti. Si prefieres hombres a mujeres, o personas de tu edad en lugar de personas mucho más jóvenes o más mayores, nadie va a denunciarte por discriminación.

Por otro lado, si tu lista de «Quién» se parece a una lista de especificaciones técnicas —género, edad, peso, altura, color de piel, manera de vestir, formación, tamaño de pecho, tamaño del pene, preferencias sexuales— sospechamos que puede que tengas más interés en hacer el amor con tu propia fantasía que con una persona real, viva. Muchas personas estamos condicionadas, desafortunadamente, a reaccionar sexualmente a un estándar bastante poco realista de apariencia y comportamiento: las reinas y reyes del porno están bien para verlos en las películas, pero rara vez aparecen en el salón de nuestras casas. Si esperas que tu nueva pareja sea guapísima, inteligente, cariñosa y muy sexual todo el tiempo, probablemente te estás encaminando a una vida entera llena de decepciones. Pocas personas pueden alcanzar esos estándares y nadie puede mantenerlos veinticuatro horas al día.

No podemos decirte cuál es el punto exacto en el que una preferencia razonable se convierte en un deseo poco realista; sólo tú puedes mirar dentro de ti para hacerlo. Nosotras pensamos que la apariencia física, la riqueza y el estatus social tienen poco que ver con la persona detrás de ellos, y si cualquiera de esos criterios aparece alto en tu lista de «Quién», puede que te hayas atascado en tu fantasía. Intenta conocer a alguien que no corresponda a esos criterios. Tenemos el presentimiento de que si conoces más a esa persona y te gusta, descubrirás que tiene cosas buenas y únicas, esperando a que alguien se dé cuenta de que están ahí.

EJERCICIO El juego del aeropuerto.

La próxima vez que te encuentres en un lugar público como un aeropuerto o un centro comercial, busca un sitio para sentarte desde donde puedas observar a la gente sin que se fijen en ti. Entonces, imagina de cada persona que veas: ¿qué es lo que más le gusta de ella a su pareja? ¿Tiene un paso firme, una sonrisa dulce, unos ojos brillantes, unos hombros fuertes, un cabello con aspecto sedoso? Prácticamente todo el mundo es, o ha sido, amado por alguien. Mira a ver si eres capaz de detectar qué hace adorable y deseable a esta persona en particular, incluso si no es el tipo de persona que tú mirarías de esa manera.

Un detalle importante: incluso a las personas que son guapísimas o ricas o tienen pechos grandes o lo que sea, no les gusta sentir que su belleza, su cartera o sus pechos son su cualidad más atractiva. Quienes consiguen ser sus parejas a menudo consideran esas cualidades una ventaja añadida que tiene poco o nada que ver con la razón por la que eligieron a esa persona en primer lugar.

¿Dónde?

¿Dónde se reúnen los putones? ¿Cuáles son tus mejores lugares para encontrar la pareja —para la cama, para el juego o para la vida— de tus sueños?

En la década que ha pasado desde que escribimos este libro, la respuesta a esta pregunta ha cambiado mucho. «Poliamory» está incluido en el Oxford English Dictionary. Diarios, revistas y webs de todo el mundo han publicado amplios artículos describiendo este extraño y nuevo estilo de vida. Han surgido grupos de apoyo en todas las ciudades grandes de Estados Unidos y muchas de las pequeñas; varios congresos anuales atraen a putones de todo el mundo con ganas de conectar.

Es imposible enumerar aquí la amplia variedad de espacios relacionados con el poliamor que están disponibles, porque hay demasiados y cambian demasiado rápido. Y una pequeña advertencia: hay casi tantas definiciones de la palabra «poliamor» como personas que la emplean. Te puedes encontrar discutiendo con gente que insiste en que lo que estás haciendo (sea swin-ging, grupos de sexo sin compromiso, sexo esporádico, sexo en grupo, lo que sea) no es realmente poliamor: la definición más conservadora del término engloba sólo las relaciones serias a largo plazo de más de dos personas. Nuestra estrategia para gestionar este tema es sonreír amablemente y aceptarlo: «De acuerdo, lo que estoy haciendo no es poliamor según tu definición».

Si, por la razón que sea, la comunidad poliamor en internet no te parece tu lugar para buscar, hay muchas opciones para buscar otros putones en persona. Es difícil encontrarlos en las discotecas: normalmente la música está muy alta para intercambiar ideas o ambiciones. Prueba a buscar en internet «quedada de Ética promiscua» o «quedada poliamor» en tu zona, y conoce a algunas personas a las que les gusta reunirse y hablar de su estilo de vida. Nosotras encontramos muchos putones con ética explorando realidades alternativas: prueba con la Sociedad para el Anacronismo Creativo de tu ciudad y otros grupos de recreación histórica[6], y que sepas que muchas Ferias Renacentistas en realidad son en la práctica congresos de putones. Prueba en congresos de ciencia-ficción o grupos de rol. Si tu promiscuidad tiene una inclinación espiritual, muchos grupos neopaganos están mucho más abiertos que las religiones tradicionales judeocristianas a los estilos de vida alternativos[7]. (Otros no lo están, por lo que no hagas suposiciones desafortunadas).

Otro buen lugar para buscar pueden ser los talleres, seminarios y reuniones que tienen que ver con la sexualidad humana o la intimidad. Mientras que ir a buscar sexo no está, comprensiblemente, permitido en algunas de estas actividades (las personas que están desnudando su alma están haciendo un trabajo difícil que puede verse alterado por el hecho de tener que estar en guardia para evitar acercamientos no deseados), a menudo las personas habituales se reúnen socialmente cuando la actividad se ha terminado. También hay varios congresos regionales y nacionales sobre sexualidad e intimidad, y a estos van muchos putones con almas gemelas.

Cuando vas a eventos en los que esperas encontrar gente que piensa parecido a ti, necesitarás dedicar un poco de tiempo para hacerte miembro del grupo que vas a visitar. Empieza trabando amistades, y no seas amistoso sólo con las personas con las que quieres follar. Haz tantas amistades como puedas y la gente empezará a fiarse de ti. Una buena táctica inicial es encontrar personas como tú, no las que vas buscando para ti; traba amistad con ellos. Si son como tú, probablemente conocen personas que te gustarán.

Muchas de estos puntos de reunión y eventos son posibles gracias a un montón de gente voluntaria muy trabajadora por lo que, sin ninguna duda, la mejor manera para conocer personas de un grupo que te gusta es ofrecerse para hacer algo útil: saludar a la gente según llega, ayudar con las bebidas, unirte al grupo de limpieza. Conocerás a un montón de gente y esas personas te estarán agradecidas. Tus dos autoras se han convertido en miembros valiosos de muchas comunidades ayudando y ofreciendo nuestros salones como lugar de reunión para grupos de apoyo y actos sociales. Generalmente, tenemos un amable grupo que nos ayuda a prepararlo todo y a limpiar después. Y así incluso no tenemos que salir de casa para ir al evento.

Anuncios de contactos

Los putones han estado encontrándose mutuamente a través de los anuncios por palabras durante muchas décadas, y encontrar pareja mediante un anuncio se ha expandido enormemente en las últimas décadas, alimentado por la disponibilidad generalizada de acceso a internet.

Una pareja que recientemente celebraba su octavo aniversario nos decía:

Nunca nos habríamos conocido si nos hubiéramos encontrado antes cara a cara. Anthea es alta, femenina, madre soltera y agnóstica; Bev es baja, energética, sin descendencia por elección propia y judía. Ninguna de las dos somos como las personas que hemos elegido antes. Pero como nos encontramos a través de anuncios de contactos, tuvimos la oportunidad de llegar a conocernos mutuamente a un nivel más profundo, antes de tener que enfrentarnos a las cosas en la superficie que nos habrían echado atrás si las hubiéramos visto antes.

Quienes buscan relaciones no tradicionales pueden, de todos modos, encontrarse con algunos problemas de clasificación por categorías. Una web internacional gratuita de anuncios muy conocida ofrece dos tipos de anuncios según la relación que se busca: la habitual de búsqueda de pareja y los «encuentros esporádicos». Las personas que explícitamente buscan relaciones no monógamas a largo plazo se encuentran que sus anuncios han sido eliminados de la sección de búsqueda de pareja. Nosotras no tenemos la solución a esto, excepto la esperanza de que esa web considere el añadir pronto la categoría de «relaciones alternativas».

También hay webs de pago, normalmente patrocinadas por revistas y diarios, que cuestan un par de dólares al mes y ofrecen un poco más de flexibilidad en la manera en la que te describes personalmente y qué tipo de relación estás buscando. Janet y su pareja E se encontraron a través de una de estas webs. En este momento muchos servicios de búsqueda de pareja en internet no dan soporte a los estilos de vida no monógamos, y algunos incluso retirarán los anuncios que mencionan la palabra poliamor; pero estamos seguras de que esto cambiará a medida que la gente poliamor se vaya haciendo más visible. De todos modos, la web PolyMatchMaker.com ofrece espacio para todo tipo de anuncios de contacto para el poliamor y otras alternativas para personas de todos los géneros y orientaciones. Y OkCupid ofrece un test sobre promiscuidad ética que te ayudará a que compartáis los mismos valores tú y otras personas. Dossie y su pareja hicieron ese test recientemente y les complace comunicar que han obtenido la cualificación, aunque Dossie estaba algo molesta al descubrir que su pareja había obtenido mejor puntuación que ella.

Cuando conoces personas a través de un anuncio, la costumbre es irlas conociendo por etapas, empezando con emails, luego una charla por teléfono y luego una cita sin compromiso en un lugar público como un café o restaurante, de manera que os podáis conocer poco a poco y con la menor presión posible. Sé consciente de que no sabes nada de esta persona aparte de sus palabras en una pantalla y toma las mismas precauciones que tomarías al reunirte con cualquier otra persona desconocida.

Un caso especial: ¿qué pasa si te enamoras de una persona que quiere monogamia? Esta situación va a ser complicada. Nosotras sabemos que esto es un desacuerdo lícito, y es una discrepancia muy básica. En nuestros momentos más irreflexivos las dos hemos asumido alegremente que en cuanto esa persona maravillosa que nos ha robado el corazón descubra que la promiscuidad ética es posible, querrá unirse inmediatamente; pero eso no siempre es así. Por favor, recuerda que nadie tiene la razón, nadie se está equivocando; se trata de dos maneras diferentes de estructurar una relación, y ambas, o todas, las elecciones son válidas. Puedes elegir para el presente continuar explorando esta relación porque resulta valiosa para ti, y quieres ver cómo evolucionan las cosas, incluso si se convierte en una decepción en algún momento futuro. Necesitáis llegar al acuerdo de tolerar la ambigüedad que supone saber que tu pareja y tú queréis algo distinto. Entrar en una relación planeando cambiar a tu pareja no es respetuoso con tu amante y podría causar muchos problemas en el futuro.

Llegad a acuerdos «por el momento» sobre cómo viviréis en el presente y buscad conocimientos y experiencia que os ayuden mutuamente a entender vuestras posturas. Leed este libro en pareja, leed un buen libro en la intimidad. Absteneos de criticar vuestras respectivas opciones. Id en pareja a algunos talleres, quizás uno sobre poliamor y otro sobre una monogamia excitante. Registraos en grupos de apoyo en internet sobre temas relacionados y buscad tiempo para discutir lo que aprendéis de todas esas fuentes.

Valorad el amplio espectro de tipos de relación de los que disponéis: quizás la que mejor se adapta a tus necesidades puede que no sea la que pensabas que ibas buscando. Mientras tanto, estamos seguras de que te has adentrado en esta relación potencialmente difícil porque hay una buena cantidad de cosas que aprecias mucho en esta relación y que el valor de vuestro amor compensa las diferencias entre tu pareja y tú. Acabéis como una amistad, como amantes, como pareja u otra cosa que es exclusiva de vuestra pareja, esperamos que encontréis la manera de seguir manteniendo ese amor.

¿Qué?

¿Qué tipo de relación quieres tener? ¿Buscas a alguien con quien comprar una casa y criar una familia? ¿Alguien a quien puedas ver una vez al año para tener un intenso y excitante fin de semana jugando con roles sexuales? ¿O Don o Doña Ahora Mismo? Saber por adelantado lo que quieres puede evitar un montón de malentendidos y sentimientos heridos más adelante.

Si te preocupa que nadie vaya a querer lo que tú puedes ofrecer, no lo creas. Mientras que puede ser más complicado encontrar a alguien que quiera ser pareja secundaria, o pareja de juegos, o para criar a tu prole, no deja de ser perfectamente posible. De hecho, sin duda hay unas pocas personas ahí fuera que están buscando precisamente esa situación.

Tener pareja o no no es una cuestión de blanco o negro: hay muchas, muchas maneras posibles de relacionarse que van desde la aventura de una noche al matrimonio. Puede que no sepas por adelantado qué tipo de relación se desarrollará con la persona que te cautiva hoy, y esa persona puede no encajar en el espacio que tú pensabas llenar en tu vida. Aceptar a las personas según se presentan, tal como son, hoy y ahora, puede llevar a sorpresas maravillosas que compensan de sobra por las decepciones ocasionales. Así que vigila tus prejuicios, y prepárate para acercarte a nuevas perSonas con una mente y un corazón abiertos.

Cuenta con que las situaciones cambiarán. Alguien que pensabas que sería amante ocasional puede convertirse en una figura mucho más importante en tu paisaje personal. Cuando esto sucede —y nos ha pasado a las dos— es importante mantener a esa persona, y a todas las personas involucradas, meticulosamente informadas de los cambios emocionales que estés experimentando. Puede ser que esa persona sienta lo mismo por ti… y eso podría ser el comienzo de una bella amistad. O que el objeto de tu deseo pueda encontrarse en un momento en que un compromiso emocional profundo no parezca lo apropiado. En cualquier caso, trata esta relación transformada como si fuera una nueva; en cierto modo, lo es. Puede que podáis continuar relacionándoos de la misma manera original, relajada, o quizás debáis separaros durante un tiempo para mantener vuestro equilibrio original. Se recomiendan conciencia plena, mucha empatia y honestidad en abundancia.

Mira a tu alrededor

Quizás la pareja que buscas está ya en tu círculo de personas conocidas desde hace tiempo, pero tú no la conoces todavía. Janet escribe:

E y yo nos conocíamos de manera informal desde hacía años, y con una historia desafortunada: una vez escribí un artículo para un periódico en el que criticaba duramente una de las normas del pequeño negocio que él llevaba en ese momento. Por lo que cuando nos encontrábamos en la calle, nos decíamos un frío «hola» y nos alejábamos con una cierta sensación de alivio.

De todos modos, cuando contesté a un anuncio para contactar de un hombre que me describía con bastante detalle en la lista de características que buscaba, no sabía que era él.

Nos llevó varias idas y venidas de correos electrónicos antes de que empezáramos a darnos cuenta de quién era la otra persona, y entonces nuestras amistades mutuas empezaron a recibir llamadas suyas y mías preguntando mutuamente sobre cómo éramos. E estuvo en una relación con una de las parejas de Dossie durante varios años y eso es lo cercana que era la conexión como pudimos averiguar.

Nos habíamos medio enamorado ya con nuestra correspondencia por email. Nuestra primera cita fue para cenar comida tailandesa y dar un largo paseo alrededor de uno de los vecindarios más bonitos de Oakland. Teníamos que negociar algunas cosas respecto a todo el tema del poliamor —alguna de sus parejas previas había sido muy buena en la parte de ser putón pero no en la parte ética— pero él estaba dispuesto por lo menos a probar.

Se mudó a mi casa un año más tarde aproximadamente, y nos casamos un par de meses después. Al tiempo de escribir esto, estamos acercándonos a nuestro tercer aniversario de bodas y nuestro quinto aniversario como pareja.