ALGUNAS ACLARACIONES HISTÓRICAS

La historia y vida de Helene Hannemann y sus cinco hijos es totalmente cierta. Helene era una alemana casada con un hombre gitano. Ella y su familia fueron enviados en mayo de 1943 a Auschwitz y encarcelados en Birkenau en el «campo gitano». Tras la llegada del doctor Josef Mengele a Auschwitz, Helene fue elegida para abrir y dirigir la Kindergarten (guardería) del campo. La mujer era enfermera y Mengele la eligió al pensar que una alemana haría mejor su trabajo. Helene tuvo varias ayudantes gitanas, dos enfermeras polacas y la enfermera checa Vera Luke.

La guardería y una escuela infantil fueron instaladas en las barracas 27 y 29. Las instalaciones contaban con columpios, material escolar y un proyector de cine. El doctor Mengele utilizó la guardería como lugar en el que cuidar a los niños que utilizaría más adelante como conejillos de indias de sus experimentos.

La noche del 2 al 3 de agosto de 1944, el campo gitano fue exterminado. A pesar de las promesas del doctor Mengele, Helene Hannemann y sus cinco hijos fueron asesinados en las cámaras de gas. A ella se le ofreció la posibilidad de salvarse si abandonaba a sus hijos, pero prefirió morir a su lado. En la novela salvé a Blaz para que al menos al lector le quedara algo de esperanza, pero la realidad es que los cinco niños murieron aquella noche.

He modificado los nombres de los niños y el esposo de Helen, pero he mantenido los nombres verdaderos de la mayoría de los personajes reales que vivieron y sufrieron en el campo gitano de Auschwitz.

Ludwika Wierzbicka, la amiga enfermera de Helen, es una prisionera real que atendió el hospital gitano. También lo era todo el equipo médico referido en esta obra.

Elisabeth Guttenberger, la secretaria del campo, fue un personaje real que logró sobrevivir a la matanza de los gitanos y a la Segunda Guerra Mundial.

Los perfiles de las guardianas nazis Irma Grese y María Mandel han intentado ser fieles a la realidad. Se rumoreó que Irma Grese, una joven de gran belleza y crueldad, fue amante del doctor Mengele y que abortó en el campo un hijo de él. María Mandel, una de las guardianas más crueles, se encaprichó de un niño gitano, como se narra en este libro, pero tuvo que entregarlo a la muerte. Ambas murieron ahorcadas después de ser juzgadas por crímenes de guerra.

Dinah Babbitt también es un personaje real. Esta joven pintora checa de origen judío fue utilizada por Mengele para retratar a prisioneros gitanos.

La guardería del campo gitano de Auschwitz existió y estuvo en funcionamiento desde mayo de 1943 hasta agosto de 1944.

En Auschwitz fueron encarceladas 20.943 personas de etnia gitana, de manera oficial, aunque algunos miles más fueron asesinados al llegar, sin que se llevase registro de ellos. Se calcula que en el campo nacieron unos 371 niños, aunque Michael Zimmermann, un investigador de Auschwitz, defiende que los prisioneros reales fueron 22.600, de los que sobrevivieron unos 3.300, al ser trasladados a otros campos a mediados de 1944. Los gitanos pertenecían principalmente a Alemania, Moravia, Protectorado de Bohemia y Polonia, aunque hubo algunos de otros lugares.

Son ciertos los dos intentos de exterminio del campo y cómo la resistencia de los gitanos, en mayo de 1944, retrasó su eliminación hasta agosto de ese mismo año.

Himmler no visitó Auschwitz en la primavera de 1943. La última vez que estuvo en el campo de exterminio fue en el verano de 1942.

Josef Mengele fue trasladado al campo de Gross-Rosen el 17 de enero de 1945. Llevó consigo dos cajas de documentos, el resto de sus investigaciones fue destruido por las SS ante la inminente llegada de los rusos al campo. Mengele escapó el 18 de febrero y se confundió entre los miles de soldados capturados por los aliados. Con la identidad falsa de Fritz Hollmann, escapó por Génova hacia Argentina. A pesar de ponerse precio a su cabeza, Mengele nunca fue capturado y se cree que murió ahogado en Brasil mientras nadaba, el 7 de febrero de 1979.

En febrero de 2010, un nieto de una víctima del Holocausto compró el diario de Mengele. En 2011 se vendieron otros treinta y un volúmenes de diarios de Mengele, adquiridos por un coleccionista anónimo.

No sabemos si Helene Hannemann escribió un diario, pero hemos creído que sería más cercano el testimonio directo de la protagonista a la hora de narrar esta historia.

El doctor Mengele viajó a Suiza para ver a su hijo en marzo de 1956, como se narra en este libro. Se cree que fue la última vez que pisó suelo europeo.