Capítulo 9: Diseñar el tratamiento

1 ¿Por dónde empezamos?

2 Mi coche anda con cuatro ruedas.

3 No tengo cuerpo, soy cuerpo.

4 Con pastillas o sin ellas.

5 Una caja de herramientas psicológicas.

6 Tú eres el protagonista, una pieza necesaria.

7 Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo.

Anexo 1. Normas para cuidar el sueño.

1. ¿Por dónde empezamos?

Preguntemos a un paciente en proceso de recuperación:

Un amigo al que pides ayuda te agarra fuerte para ayudarte a salir. Tú estabas muerto de miedo. Así estabas al iniciar la primera sesión. Empezó la terapia. Expusiste la realidad. El psiquiatra fue marcando objetivos muy concretos y exigiéndolos con tozudez.

Después de una resonancia cerebral que no reveló patología algunas empezó la medicación. En dos meses quitaste los amarres externos y fuiste fortaleciendo la voluntad.

En mi caso se dio desde el principio una fácil sintonía y confianza en que yo debía hacer lo que me dijera. Fui totalmente sincero y dócil: actitudes imprescindibles en el paciente.

Lo que antes era imposible, resultó ser no sólo fácil sino como algo que no hubiera existido nunca en tu vida: ni una dificultad, ni una tentación, ni una inclinación, ni un deseo, nada de nada. Parece imposible pero es así.

Esa sensación de libertad, de haber salido de la mazmorra, de no necesitar nada de lo anterior, es algo único. No sé lo que sentirán al salir de un secuestro, pero debe ser similar la sensación.

A partir de los cinco meses tienes recuerdos de que hubo hace tiempo algo en tu vida y tienes alguna sensación de que fue agradable, pero es fácil desechar ese pensamiento. Sugiero a las personas que quieran salir de esta cárcel algunos elementos necesarios:

1. Sinceridad y docilidad del paciente.

2. Realizar un diagnóstico acertado (esto depende del médico, claro).

3. Prescribir la medicación correcta (esto también, pero tú puedes mantener bien informado al médico de los efectos que te produce la medicación para saber si se están alcanzando los objetivos que se pretenden con cada fármaco).

4. Confianza en el médico.

5. Esfuerzo total para realizar lo que mande, que a veces cuesta mucho, mucho, mucho.

6. La gracia de Dios, pues yo soy creyente y pienso que este es también un factor fundamental, al menos en mi caso, seguramente otras personas también puedan apoyarse en sus creencias y en la conexión espiritual con otros seres humanos.

En este caso en el que se trabajó duro, había una muy buena disposición interna, amenazas y ayudas externas y también se pudo hacer un abordaje integral. Este relato lo escribió en un periodo en el que se encontraba muy bien. Más adelante hubo recaídas pero ni tan intensas ni tan extensas como en periodos previos.

2. Mi coche anda con cuatro ruedas

¿Cuál es la rueda más importante para que un coche ande? Cuando hago esta pregunta en la consulta las respuestas son muy variadas: unos dicen que las motrices, otros que las directrices, que si las de delante, los creativos explican que es la que está debajo del conductor, los que sospechan algo se paran, piensan y responden que la de repuesto. Algunos aciertan y responden que las cuatro. Para que el coche ande y llegue a su destino necesita las cuatro. Por muy bonito o potente que sea el coche, si falta una rueda no anda.

Un coche de gama alta irá más rápido, más seguro, más cómodo. Un utilitario sencillito irá más lento y más incómodo. Ambos, si se ponen en carretera y van a la velocidad que les permite su motor, llegarán a su destino.

Para poder llegar al destino de la recuperación lo verdaderamente importante es querer y diseñar un tratamiento a nuestra medida, que implique a las cuatro ruedas de mi coche.No importa si somos muy listos o muy tontos, si tenemos muchos o pocos medios, si sabemos más o menos de psicología, si tenemos apoyo o nadie nos puede apoyar. Tal y como sea esta realidad y precisamente a través de ella, miraremos cómo está cada rueda y buscaremos los modos de ponerla a punto para que el coche pueda seguir avanzando: cómo está el dibujo de la cubierta, las tuercas y tornillos, las llantas y la presión. Según como estén, y precisamente por saber eso, tomaremos unas medidas concretas con unas herramientas concretas, para cubrir las necesidades que haya y facilitar que el coche ande, a la velocidad que pueda, pero que ande ya hacia su destino.

En mi experiencia como profesional de la salud mental, la atención de estos problemas se ha de afrontar desde una perspectiva integral que incluya lo necesario de diversas dimensiones: biológica, psicológica, actitud personal y entorno. Las cuatro ruedas de mi coche.

Cada una se compone de diversos elementos y se relacionan entre sí. Las explicamos ahora de forma aislada, pero cada persona es una y en ella se conjuntan todas. Al igual que cuando un coche acelera las ruedas motrices participan más o si tuerce a la izquierda, la rueda derecha soporta mayor tracción, cada persona en diferentes momentos de su vida y de su recuperación, se apoyará más en un ámbito o en otro, o necesitará de una mayor atención y crecimiento en un área concreta.

En el diseño del tratamiento de las conductas sexuales fuera de control participan muchos factores. Será necesario tener en cuenta elementos éticos128 de la práctica profesional. Igual que en cualquier otra relación terapéutica y sin tabúes, pero quizá en estos asuntos, al tener en cuenta los sentimientos de vergüenza y culpa que suelen estar presentes, podemos cuidar con más delicadeza, si cabe, algunas cuestiones como la confidencialidad, cómo se trabaja con la familia, qué pasa si existen enfermedades de transmisión sexual, presencia de menores en las relaciones, asuntos legales, veracidad de la información, sentimientos conflictivos del terapeuta, dilemas diagnósticos, coste de un tratamiento que será largo, reactivación de traumas en el paciente, respeto a los valores personales de quien pide ayuda, necesidad de que el terapeuta esté bien formado y la necesidad de tener unos límites claros en la terapia y en la relación terapéutica.129

En mi experiencia y en la de los profesionales130 que han publicado diversas propuestas de tratamiento,131 lo que suele resultar más efectivo es un enfoque integral,132 que se puede componer de diferentes elementos, porque no es sólo una pieza la que va a hacer funcionar bien el engranaje.

3. No tengo cuerpo, soy cuerpo

La primera rueda para atender y fijarnos en ella es la biológica. El profesional, tras la historia clínica, la exploración física y las pruebas complementarias si proceden, habrá hecho un diagnóstico preciso. A veces no se hace en una sola sesión, sino que se precisan varias entrevistas, pruebas y consultas con profesionales de diversas especialidades.

No es que vivas en un cuerpo o que tengas un cuerpo, es que eres cuerpo. Tienes un yo cuerpo que necesita que le atiendas, le escuches, le quieras, le respetes. Quizá la expresión corporal de la sexualidad sea una señal que te está dando tu «yo cuerpo» de otros «yoes»: de tu yo relacional, tu yo espiritual, tu yo familiar o el yo que sea, que necesita ser atendido y reclama tu atención, a veces no sabe hacerlo de otra manera más que con un «grito sexual».

Como ya hemos visto en los capítulos 7 y 8 será preciso excluir la presencia de patologías médicas que puedan ser el origen único o una de las causas (neurológicas, degenerativas, tumorales, endocrinas) y si las hubiera o estuvieran influyendo, tratarlas.

Si existe una patología primaria psiquiátrica de la que la conducta sexual pueda ser un síntoma (Depresión, Trastorno Obsesivo-compulsivo, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastorno de Ansiedad, Trastorno del Control de los Impulsos) debería tratarse farmacológicamente.

También se pueden tratar síntomas que puedan acompañar a la conducta como impulsividad, compulsividad, obsesividad, bajo estado de ánimo, ansiedad u otros, aunque no conformen propiamente una patología en sí mismos.

Todo ello ayudará a cuidar al cuerpo con acciones básicas que inciden sobre factores biológicos que pueden influir tanto en la génesis de las conductas, como para ayudar en la recuperación al favorecer la homeostasis y el equilibrio personal. Algunos de estos factores son:

a) Regular el sueño: procurar tener un horario fijo de levantarse y acostarse y cuidar las normas básicas para facilitar que el sueño reponga y sea efectivo (Anexo 1).

b) Ordenar la conducta alimentaria, nutrición y alimentación. Será bueno tener una alimentación sana, hacer el número de comidas necesarias, regular los nutrientes en la medida de lo posible, evitar alimentos que excitan o desinhiben, tanto los que se sabe que lo hacen (café, alcohol) como los que yo sé que no me sientan bien en este sentido.

c) Equilibrar las actividades de disfrute y descanso en el marco de cada uno con sus gustos y obligaciones. Suele ayudar mucho el saber disfrutar y sentir placer con otras actividades que no sean sexuales, tener aficiones y desarrollar intereses que promuevan el enriquecimiento personal, el desarrollo y el descanso.

d) Realizar ejercicio físico regular.

4. Con pastillas o sin ellas

Los fármacos que se emplean en el tratamiento de la hipersexualidad son una parte más del tratamiento. Una pieza probablemente necesaria, pero que no es la solución final. Simplemente es una ayuda más para permitir que la persona pueda ir resolviendo las distintas necesidades y cambiando hábitos, reconduciendo deseos o inhibiendo impulsos.

Se pueden emplear distintos fármacos según la sintomatología que se quiera atender como el exceso de deseo sexual, la impulsividad, la obsesividad, la compulsividad y la psicopatología que esté presente.133

Aunque son necesarios todavía muchos estudios para demostrar que un fármaco está indicado para la conducta sexual fuera de control, sí que hay estudios con series de casos y publicaciones de caso único que muestran que los fármacos pueden ayudar y que la combinación con psicoterapia suele dar mejores resultados.134

Los estudios muestran que la serotonina y la prolactina inhiben la excitación sexual mientras que la norepinefrina, la dopamina, la acetilcolina, las encefalinas, la oxitocina, la hormona liberadora de gonadotropinas, la hormona folículo estimulante, la hormona luteinizante, la testosterona/dihidrotestosterona y los estrógeno/progesterona activan la excitación sexual.135

La mayoría de los tratamientos farmacológicos actuales utilizan la serotonina y la testosterona/dihidrotestosterona como dianas terapéuticas. Han mostrado cierta utilidad algunos fármacos, teniendo en cuenta que son recomendados fuera de indicación en ficha técnica:136 inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina, inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina y Noradrenalina, Antidepresivos tricíclicos,137 antiandrogénicos como el Acetato de Ciproterona; Triptorelina; Metilfenidato; neurolépticos; algunos estabilizadores como el Litio o el Ácido Valpróico; Nefadona; Bupropion; Naltrexona.138 Todos estos fármacos sugieren que es posible diseñar tratamientos individualizados y a la vez que son necesarios estudios clínicos amplios que permitan afirmar que realmente un tratamiento farmacológico es eficaz.

5. Una caja de herramientas psicológicas

Será necesaria una atención psicoterapéutica que habrá de adaptarse a las necesidades de cada persona. Muy probablemente incluya diversas técnicas que favorezcan:

a) Promoción de un hondo conocimiento personal que ayude a desarrollar una mayor identidad personal, determinación y autoafirmación.

b) Resolver la indefensión aprendida;

c) Desarrollar competencias necesarias para una correcta integración y soporte de una sexualidad ordenada.

d) Atención y resolución de los posibles traumas o heridas relacionados directa o indirectamente con la sexualidad y la afectividad (abandonos, maltratos, exposición temprana).

e) Atención de los rasgos de personalidad que puedan estar promoviendo el desarrollo de la conducta, perpetuándola o impidiendo su resolución.

f) Desarrollo de una actitud de capacitación personal y de abordaje de nuevos proyectos ilusionantes más allá de la lucha contra esta conducta.

g) Medidas específicas para casos concretos de abusos sexuales o violaciones.

h) Potenciación de habilidades sociales y de efectividad interpersonal, conocer sus patrones de comportamiento en las relaciones interpersonales de forma que modifique aquellos que no le sean beneficiosos.

i) Estrategias de tolerancia al estrés y frustración.

j) Formación y educación para conocer los patrones adictivos, compulsivos o impulsivos de su conducta.

k) Educación y formación de la afectividad y sexualidad.

l) Valorar la conveniencia de incluir al cónyuge o pareja en la terapia.

m) Valorar la inclusión de otros miembros de la familia u otras personas en la terapia o como equipo de soporte y apoyo.

Depende de cada persona, de los factores de riesgo que estén influyendo, de la personalidad, del tipo de síntomas, de patologías psiquiátricas que se estén dando a la vez, de los componentes impulsivos, compulsivos o adictivos que estén presentes, pero será de ayuda el diseño de una terapia específica e integradora que seguramente se componga de elementos cognitivos, conductuales, psicoeducactivos, apoyo, psicodinámicos139 o el empleo de técnicas específicas como la Eyes Movement Reprocessing and Desensitization (EMDR),140 la hipnosis u otras que el terapeuta considere indicadas para la mejoría de esa persona.

Seguramente será necesario hablar de la historia sexual personal, gustos, mitos, proyectos, sucesos, estereotipos; valores culturales, personales, espirituales, religiosos, sociales, relativos a otros grupos (políticos, académicos, de presión); conocimientos sobre anatomía y fisiología; qué es saludable y qué no, qué es seguro y qué no en sus prácticas sexuales; retos y barreras que se nos plantean en la terapia; imagen corporal; fantasías sobre la sexualidad o idealizaciones de la vida sexual; planteamientos de sexualidad positiva que enriquezca a la persona; promoción de la intimidad y las relaciones personales satisfactorias.

6. Tú eres el protagonista, una pieza necesaria

Esta rueda sí que es absolutamente necesaria. Se recupera el que quiere y se pone a ello, el que lucha y sigue luchando, el que se cae y se levanta. Anuska tiene varios tatuajes por el cuerpo. Uno de ellos es un ave fénix. Le pedí permiso para contarlo en público. Se quedó en silencio casi un minuto pensando y me contestó:

Sí, puedes ponerlo, es importante saber que tantas veces como te caigas en el hoyo más profundo y te sientas una bazofia, y tantas veces como te tiren y parezca que estás muerta, vale la pena resurgir y seguir adelante.

Un día de enero coincidí con uno de los jefes de un hospital. Le vi un poco agobiado y le pregunté la causa. Me contó: «Es que parece que con el año nuevo todo el mundo tiene proyectos, enero es el mes de los propósitos y luego pasa lo que pasa». Entre bromas quedamos que para ayudarles íbamos a establecer febrero como el mes de la constancia, marzo el de la renovación de los propósitos, abril el de la continuidad, mayo el de la actualización de las intenciones y junio el de la tenacidad. Así por lo menos llegaríamos hasta el verano.

Para la recuperación de una conducta sexual fuera de control es necesario que decidamos y queramos salir. Que hagamos caso, que sigamos el tratamiento que nos indiquen, que vayamos a las sesiones y que nos esforcemos. No como borregos o personas sin libertad. Con criterio y trasmitiendo al profesional todo lo que nos parezca, lo bueno, la malo, las críticas, lo que no vemos claro, las dificultades, los engaños. El optimismo será un buen refuerzo para mantenerse con constancia en el proyecto de recuperarse. ¿Has seguido alguna vez el liderazgo de un pesimista? No lo intentes por favor.

No hablo del optimismo tontorrón del que cree que se va a comer el mundo por el hecho de creerlo, ni del optimismo imprudente o poco realista. Con este optimismo no se llega muy lejos. Hablo del optimismo que lleva a Carlos Sainz a presentarse año tras año a diferentes rallys consciente de que puede ganar, aunque habrá dificultades, sin dejarse llevar por el miedo a su mala suerte. Del optimismo que empujó a Edurne Pasabán a conquistar la cima de las montañas en contra de las adversidades y de las posibilidades de congelarse. Del optimismo de Nadal que lucha contra sus rodillas para resurgir de nuevo.

Hablo del optimismo que protege al cerebro. En una revisión publicada en Psychological Science tras analizar más de 400 estudios, refieren que la función mental se verá beneficiada cuando se mantiene una actitud optimista agradable y orientada a las metas. También el ejercicio físico, permanecer socialmente integrado y participar en actividades que estimulen la mente.

El optimismo que necesitamos es el de las personas sinceras consigo mismas, el que genera prontitud, disposición a meterse en harina, flexibilidad, agilidad, sagacidad. El optimismo que libera de la necesidad de estar seguro y tenerlo todo controlado, de la rumiación egocéntrica porque se centra en el presente, en lo que puedo hacer yo hoy y ahora, sin miedo al futuro.

Hay dos campañas publicitarias habituales que trasmiten un mensaje muy interesante. Una dice: «¿Cosas a hacer antes morir?: Vivir». Y otra: «Vive ahora». Ambas trasmiten una atractiva idea de vivir en el momento, hacer lo que podamos hacer ahora, en este momento. Ambas se refieren al placer porque anuncian bebidas, pero nosotros lo podemos aplicar a lo que nos parezca. Por ejemplo a nuestros ideales, a los proyectos, a los propósitos. Voy a vivirlos ahora. No sé qué pasará mañana, pero si los vivo en presente a cada instante, seguramente llegue hasta el final.

El optimismo nos ayudará a vencer la comodidad, el miedo, la inconstancia y el cinismo. Contaremos con el pasado, que influye pero no es determinante, y nos dará esperanza para que desde el presente podamos llegar a lo que nos proponemos con un trabajo alegre, intenso y ordenado.

Quizá sea el optimismo un signo de madurez. Un proyecto de investigación del Instituto Gerontológico de San Sebastián encontró que la memoria de los ancianos daba prioridad a los episodios positivos y que eran capaces de experimentar emociones positivas incluso frente a acontecimientos negativos. Los jóvenes tenían una preferencia desproporcionada hacia los estímulos negativos.

En el Congreso Nacional de Psiquiatría en España del 2009 el cardiólogo Valentín Fuster, expuso las cuatro líneas maestras que recomienda a los residentes en formación para triunfar. Como aconseja este médico una de las cuatro ruedas para que el coche de nuestros proyectos alcance su destino es el optimismo. Las definió como las cuatro T:

1. Tiempo para reflexionar: para tener calma y evitar el estrés.

2. Talento para descubrir: buscar la plenitud en aquello que hagamos en cada momento.

3. Transmitir Positividad/Optimismo: andar en libertad y evitar el terreno de la hostilidad.

4. Tutor: para facilitar la responsabilidad y no caer en el desorden.

Cuentan que en una dinámica de grupo buscaban una persona con perfil optimista para trabajar en una empresa multinacional. Le hicieron la siguiente pregunta a tres candidatos: ¿Qué le gustaría que dijesen de usted durante su velatorio? El primer candidato dijo: «que fui un gran profesional y un muy buen padre de familia». El segundo candidato dijo: «que fui un hombre maravilloso, excelente padre de familia, y un profesor de gran influencia en el futuro de la juventud». Pero el tercero arrasó: «me gustaría que dijesen: mira, se está moviendo». Fue contratado.

7. Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo

Nos podemos aprovechar de esta frase de Ortega para hacernos cargo de que será necesario actuar en el ambiente que me rodea para facilitarme la recuperación. ¿Qué puedo hacer en lo laboral, social, familiar, el domicilio, amistades para promover mi recuperación y estabilidad? ¿En qué medida puedo tener un entorno más favorable para mi cuidado, respeto personal y defensa de mi integridad? A lo mejor es necesario un rediseño del entorno familiar,141 social, laboral, espiritual, personal o de la pareja.142

Quizá me interesa vivir en un sitio determinado o dejar de frecuentar algunos lugares. Habrá personas que me ayuden y personas que no. Un taxista madrileño me contó que desde hace años, cada noche, escribe en un cuaderno sobre la persona que ese día le ha dejado una impresión particular y estimulante, sobre el cliente que le ha hecho pensar en cómo ser mejor, gracias al tiempo compartido con él en un simple traslado por las calles de Madrid.

Sabiduría a pie de calle que ya explicaba Ortega:143

Al separarnos de cierta persona con quien hemos conversado un buen rato nos sentimos tonificados. Y no porque aquella persona sea muy inteligente, ni porque se haya mostrado bondadosa. Sin embargo, salimos del trato con ella como refrescados, llenos de confianza en nosotros mismos, optimistas, saturados de impulsos y plenitud, con una firme fe en la existencia.

Entré a comprar unos quesos para una comida familiar. En la puerta un hombre negro con La farola en la mano me sonríe. Al salir sólo me queda una moneda de 10 céntimos. Con un poco de vergüenza se la doy: «Perdona, es muy poco». La mira. Me mira. Sonríe: «No, no, no es muy poco, esto es mucho para mí».

Me acordé de otro a quien le di 50 céntimos y me «regañó» porque él quería un euro. Personas diferentes que también Ortega encontraba:

Mas hay otras personas cuya proximidad, por breve que sea, nos deja maltrechos y extenuados, llenos de desconfianza y como si la existencia hubiese cobrado un agrio sabor. Al separarnos de ellas somos menos que antes y, por así decirlo, hemos perdido calorías.

En muchas ocasiones necesitarás saber con qué personas estar. Si te revitalizan y favorecen tu recuperación o si te desvitalizan y te apartan de tu meta:

Y es que, en efecto, hay dos clases de seres: unos, dotados de vitalidad rebosante, que se mantiene siempre en superávit; otros, de vitalidad insuficiente, siempre en déficit. El exceso de aquellos nos contamina favorablemente, nos corrobora y nos nutre; el defecto de éstos nos deprime y mengua.

Anexo 1. Normas para cuidar el sueño (Tomado de De Cendra C., 2012)

1. Cada persona necesita unas horas determinadas de sueño. Normalmente los seres humanos requieren entre 6 y 9 horas diarias de sueño continuado para lograr un descanso suficiente. Además, el sueño debe ser de calidad de manera que sea regenerador.

2. Tener horarios regulares para acostarse y levantarse. Siempre alrededor de la misma hora durante toda la semana. Incluidos días festivos. En adultos jóvenes con un horario de 23 a 7 horas (8 horas).

3. Usar la cama para dormir principalmente. No ver la televisión, escuchar la radio, leer, comer o discutir con otras personas durante la permanencia en cama.

4. Procurar tener condiciones de sueño óptimas:

- Una habitación oscura.

- Sin ruidos: evitar toda clase de ruidos, la música tampoco es aconsejable.

- Con una temperatura agradable: entre 18 y 22 grados centígrados.

- Con condiciones de humedad aceptables: cuidar la ventilación del cuarto.

5. Es importante tener un ritual de sueño y repetirlo todas las noches. Consiste en realizar la misma rutina, en el mismo orden, justo antes de dormirse; se deben incluir tres o cuatro conductas. De esta manera se crea un condicionamiento por el que el cerebro aprende cuándo debe iniciar el ciclo del sueño.

6. Si se desvela por la noche y cuesta volver a dormirse, se debe permanecer en la cama sin desesperarse. El sueño no se produce voluntariamente, es como el hambre o la sed. Dormir es un proceso pasivo por lo que hacer esfuerzos por dormirse cuando uno se ha desvelado sería un proceso activo, contrario al sueño. El sueño alcanza a la persona cuando el cerebro lo necesita. Estar tumbado en la cama también descansa al cuerpo.

7. Procurar cenar temprano (como mínimo 2 horas antes de acostarse), y si a la hora de acostarse se tiene hambre, tomar un vaso de leche o algo ligero. Mantener buenos hábitos alimenticios, no comer alimentos proteicos o grasas para cenar. Procurar mantener horarios regulares también para las comidas.

8. Tomar una ducha de agua tibia/caliente antes de acostarse o un vaso de leche puede ayudar al inicio del sueño.

9. El ejercicio físico llevado a cabo de forma regular durante la semana puede mejorar la calidad del sueño profundo. Siempre debe realizarse como mínimo dos horas antes de acostarse y nunca inmediatamente antes.

10. Evitar las siestas mayores de 20 minutos durante el día y limitarlas a una diaria al mediodía. Es más aconsejable dormir 20 minutos antes de comer que después de la comida.

11. Recordar que la cafeína y los estimulantes alteran el sueño. Las bebidas alcohólicas y el tabaco, además de perjudicar su salud, perjudican su sueño.

12. Nunca se deben tomar por iniciativa propia «píldoras para dormir», en aquellas situaciones necesarias, será el médico quién lo prescriba.

13. Evitar la rumiación de los problemas del trabajo, del estudio o personales en el momento de acostarse. Si en el momento de dormir asaltan dichas preocupaciones, reservar siempre los 10 minutos antes de meterse en la cama. Hacer una lista con tres columnas:

- 1ª: Aquellas cosas que debo resolver mañana.

- 2ª: Aquellas cosas que debo resolver la semana que viene.

- 3ª: Aquellas cosas que por ahora no tienen solución.

14. Si se sufre de insomnio:

- Evitar dormir durante el día y NO hacer siestas.

- No tomar estimulantes (como son la cafeína, la teína y la coca cola). Aunque se encuentre cansado durante el día, ello se convertiría en un círculo vicioso.

- No beber mucha agua a últimas horas del día, de manera que durante la noche se pueda evitar la necesidad de tener que levantarse para orinar.

- Mantener el despertador fuera del alcance de la vista, de tal manera que no pueda verse cuando no se logre dormir o se despierte uno durante la noche.

- Si tras 20 minutos de estar en la cama no se logra dormir, levantarse de la cama y hacer algo muy tranquilo que entretenga o relaje: leer un libro, escuchar música tranquila… y cuando el sueño vuelva, meterse de nuevo en la cama, nunca antes. Todo esto sin alterar la hora de levantarse del día siguiente.

- Limitar el tiempo de permanencia en la cama a un mínimo de 6 horas y un máximo 8 horas si sufre de insomnio. Muchas personas se acuestan demasiado pronto en los casos de insomnio y se levantan demasiado tarde. Se debe evitar este hábito para no favorecer el condicionamiento.

- No automedicarse. Es importante que exista un control médico de los hipnóticos consumidos. Algunos hipnóticos se venden sin receta médica y sin embargo también crean adicción.

- Si se lleva mucho tiempo padeciendo insomnio consultar con una clínica que tenga una unidad de sueño especializada.

- El sueño es algo tan necesario como comer o beber, por lo que el cerebro, quiera o no quiera la persona, termina obligando a dormir. Unas noches malas no implican un día horrible sino sólo un día siguiente más cansado.

128. Herring, B. «Ethical Guidlines in the Treatment of Compulsive Sexual Behavior.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 8,1 (2001): 13-22.

129. Griffin-Shelley, E. «Ethical Issues in Sex and Love Addiction Treatment.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 16,1 (2009): 32-54.

130. Schneider, J.P., Irons, R.R. «Assessment and treatment of addictive sexual disorders: relevance for chemical dependency relapse.» Subst Use Misuse 36,13 (2001): 1795-1820.

131. Edwards, W. «Applying a Sexual Health Model to the Assessment and Treatment of Internet Sexual Compulsivity.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 19,1,2 (2012): 3-15.

132. Cooper, M., Lebo, R.A. «Assessment and Treatment of Sexual Compulsivity.» Journal of Social Work Practice in the Addictions 1,2 (2001): 61-74.

133. Kaplan, M.S., Krueger, R.B. «DiagnosisSubst…». Op. cit.

134. Guay, D.R.P. «Drug Treatment of Paraphilic and Nonparaphilic.» Sexual Disorders Clinical Therapeutics 31,1 (2009) 1-31.

135. Ibídem.

136. Kaplan, M.S., Krueger, R.B. «Diagnosis…» Op. cit.

137. Azhar, M.Z., Varma, S.L. «Response of clomipramine in sexual addiction.» Eur Psychiatry 10 (1995): 263-265.

138. Bostwick, J.M., Bucci, J.A. «Internet sex addiction treated with naltrexone.» Mayo Clin Proc 83,2 (Feb 2008): 226-230.

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140. Cox, R.P., Howard, M.D. «Utilization of EMDR in the Treatment of Sexual Addiction: A Case Study.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 14,1 (2007): 1-20.

141. Phillips, L.A. «Literature Review of Research in Family Systems Treatment of Sexual Addiction.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 13,2-3 (2006): 241-246.

142. Tripodi, C. «Long Term Treatment of Partners of Sex Addicts: A Multi-Phase Approach.» Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment & Prevention 13,2-3 (2006): 269-288.

143. VV.AA. Cuerpo vivido. Madrid: Editorial Encuentro, 2010.