en los manuales de gimnasia ilustrados), los sumamos todos integralmente, y en forma de objeto, de ello resulta una síntesis visual de curvas y superficies a lo largo de las cuales se desplaza cada punto del cuerpo.

La vida de un gusano en un pedazo de madera proyecta así su huella, un laberinto de corredores íntimos, confortables y excavados en sueños. Para obtener su molde, se vierte plomo en los huecos y luego se disuelve la madera: lo que queda es el panorama inmóvil de su movimiento, la multiplicación del gusano. Y así es como quisiéramos que permaneciera el extraño objeto, huella trágica y meticulosa, que dejaría a su paso un vacío proyectado por la ventana en la acera.

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Al oponer la división a la multiplicación, y volviendo a la cuestión de los «detalles», es evidente que se está a un paso de que la pierna, percibida aisladamente y apropiada por la memoria también aisladamente, se disponga a vivir triunfalmente su propia vida, libre para desdoblarse cuando le plazca, cuando no para extraer de la simetría una ilusión justificativa de sus medios para existir; libre de sujetarse a una cabeza, de sentarse, cefalópoda, sobre sus pechos abiertos estirando la espalda que son sus muslos, bifurcación arqueada del puente doble que conduce de la boca a los talones.

Nadie podrá desprenderse fácilmente de esta síntesis de Eva hiriente, dolorosa, de su propia e imposible formulación: formulación del amor sin amor de la joven sin corazón y cuyo ser no es más que una cabeza y las partes inferiores del cuerpo.

Pero, incluso antes de surgir de la sustracción y la división, deriva de diversos métodos entremezclados, uno de los cuales es el que los matemáticos llaman «permutación». Para obtener de ella una visión distinta, precisa, uno se dirá: el cuerpo es comparable a una frase que nos invitara a desarticulada, para recomponer, a través de una serie de anagramas infinitos, sus verdaderos contenidos.

He aquí algunas permutaciones de la frase:

ROSE AU COEUR VIOLET

Se vouer à toi ô cruel

A toi, couleuvre rose

o, vouloir être cause

Couvre-toi, la rue ose

Ouvre-toi, ô la sucrée

Va où surréel côtoie

o, l’oiseau crève-tour

Vil os écoeura route

Coeur violé osa tuer

Soeur à voile courte — écolier vous a outré

Curé, où Eros t’a violé — où l’écu osera te voir

Où verte coloriée sua — cou ouvert sera loi

O rire sous le couteau

Roses au coeur violet

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