a primera vez que van a mantenerse relaciones sexuales se generan grandes expectativas en ambos sexos.

Sin embargo, tanto por motivos físicos y psicológicos, así como de educación y entorno social, los sentimientos de los chicos son distintos a los de las chicas.

Él llega a ese momento cargado de ansiedad, con una alta dosis de deseo, queriendo gustar y, además, satisfacer a su pareja.

En cuanto a ella, ha oído hablar mucho del tema: dolor, sangrado abundante y otros muchos motivos que le generan estrés, aunque también siente una gran expectativa.

Pero lo real es que ambos, en esa importante ocasión, son inexpertos en mate ría sexual; por eso es fundamental que vayan con cuidado y ternura, y con la máxima espontaneidad posible.

También es preciso que tomen precauciones para evitar embarazos no deseados, y pese a que aún son muchas las personas convencidas de que es imposible que eso ocurra la «primera vez», esta idea es completamente errónea. La práctica del sexo seguro es algo que debe tenerse en cuenta desde el inicio de las relaciones; incluso aunque no se eyacule en el interior, porque las gotitas de líquido preseminal que expulsa el pene con la excitación contienen espermatozoides.

¿QUÉ LE PASA A ELLA?

Siente temor y muchas sensaciones contradictorias: ¿le gustará a él su cuerpo?, ¿sabrá qué debe hacer en cada momento?, ¿perderá mucha sangre?, ¿cómo será el orgasmo? Todo ello hace que, en lugar de relajar los músculos de la pelvis, los mantenga rígidos; y en ese estado duele la penetración.

Por eso es conveniente utilizar un lubricante apropiado, que hará que el pene se deslice más suavemente en el interior de la vagina.

Muchas mujeres no sangran la primera vez y eso es absolutamente natural. La delgada membrana que cierra la entrada vaginal, el himen, solo está parcialmente cerrada; si no tuviera una apertura mínima no pasaría el flujo menstrual.

Por otra parte, hay niñas o adolescentes a las que se les desgarra el himen sin tener relaciones sexuales: basta con un ejercicio brusco para ello.

Muchas mujeres no sangran la primera vez y eso es absolutamente natural.

Además, su tejido es tan elástico que puede no romperse por completo con la primera penetración, sino paulatinamente, después de varias. Incluso algunas mujeres tienen un himen tan elástico que nunca se rompe, sino que se estira; de modo que no sangran en el primer coito y apenas notan un ligero ardor al ser penetradas por vez primera. La mayoría sangra levemente, unas pocas gotas.

¿Y A ÉL QUÉ LE OCURRE?

Los chicos están educados para «dar la talla», cada uno tiene en su cabeza la idea de que debe ser el mejor amante desde el primer momento y otras fábulas culturales; pero, a la hora de la verdad, los nervios y la ansiedad por cumplir con lo que suponen se espera de ellos son sus peores enemigos y esa primera vez, por más que estén excitados al máximo, puede que no consigan una buena erección, que la pierdan justo en el momento de la penetración o que eyaculen en ese mismo instante.

LA EXPERIENCIA MÁS GRATA

En lugar de tener grandes expectativas y darse prisa en consumar el coito cuanto antes, lo mejor es tomarse las cosas con calma y disfrutar de todos los pasos, uno a uno, los mimos, caricias, besos, juegos previos, sin apresurarse a la penetración y el orgasmo.

Porque es con la práctica, con el conocimiento sexual que se adquiere del otro a medida que pasa el tiempo y se repiten los encuentros eróticos, como se llega a alcanzar un disfrute pleno.

 
69 secretos imprescindibles para disfrutar del sexo
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